1. Presentación
Entre las materias que requieren una regulación con
mayor urgencia, destacan las actividades que las Mutuas
pueden realizar ante las empresas para que éstas ejerzan
adecuadamente su derecho de elección y opción, ya que el
Sector de Mutuas siempre ha apostado por un marco legal
de libre y leal competencia.
Sólo una adecuada regulación de la competencia entre
las Mutuas, permitirá evitar los denominados “ajustes”que
la Intervención General de la Seguridad Social ha venido
realizando, que en gran parte de los casos, por no decir que
en la totalidad, se han producido como consecuencia de
una falta absoluta de seguridad jurídica en la normativa, al
aplicarnos criterios interpretativos con carácter retroactivo
y extemporáneo.
Personalmente no pierdo la esperanza, aún consciente
de la cruda realidad, de que el desarrollo reglamentario
pendiente, impulsará y reforzará nuestro modelo mutualista,
y permitirá a las Mutuas mejorar y seguir siendo lo que son.
Además, un adecuado desarrollo reglamentario
permitirá que las Mutuas continúen con sus importantes
aportaciones económicas al Sistema de Seguridad Social,
ayudando de esta forma al sostenimiento de las cuentas
públicas y favoreciendo e impulsando el crecimiento
económico y la creación de empleo, como mejor sistema
de protección social.
También me gustaría destacar que, si bien la tendencia
de la recuperación económica en España, tras la profunda
crisis sufrida, ha mejorado en 2015, situándose incluso
por encima de la media de los países europeos, los
indicadores de gestión del absentismo por Incapacidad
Temporal por Contingencias Comunes (ITCC), han ido
empeorando muy preocupantemente desde el inicio de la
recuperación en 2013, y su mal comportamiento se ha visto
extremadamente agudizado a largo de 2015.
En este ejercicio, las bajas por Contingencias Comunes
alcanzaron un coste para la Seguridad Social de 5.135
millones de euros, otros 3.857 millones de euros de coste
directo para las empresas y, 52.387 millones de euros
más, en concepto de coste de oportunidad por el valor
de los bienes y servicios que se han dejado de producir y
prestar, por un equivalente de 758.181 trabajadores que no
acudieron ningún día de 2015 a su puesto de trabajo.
Todo lo anterior supone que los costes derivados de las
bajas por las Contingencias Comunes ascendieron en
2015 a más de 61.300 millones de euros, lo que supone un
incremento de un 10,11% respecto al ejercicio anterior.
Este incremento del coste, se ha producido a pesar de la
entrada en vigor de las medidas destinadas a mejorar la
gestión y el control de los procesos de baja, recogidas tanto
en la “Ley de Mutuas”, como en el Real Decreto 625/2014, de
18 de julio, por el que se regulan determinados aspectos
de la gestión y control de los procesos por incapacidad
temporal en los primeros trescientos sesenta y cinco días
de su duración.
En este sentido, con el fin de poder mejorar la gestión del
absentismo, la medida de mayor calado pero, sin duda
también, de mayor eficacia y la más destacable, consiste
en que las Mutuas podamos emitir altas médicas en los
procesos de ITCC, del mismo modo que históricamente
venimos haciéndolo para los procesos derivados de
accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, con
absolutas garantías para los trabajadores. Medida está que
viene siendo una reivindicación histórica del Sector, y que
entendemos, debe ser adoptada, sí o sí.
Por todo lo anterior, las Mutuas instamos al nuevo Gobierno
a que acelere e impulse la adopción de las medidas
señaladas anteriormente, que estoy absolutamente seguro
que nos permitirá continuar siendo agentes estratégicos,
para prevenir, curar, rehabilitar y readaptar, con la máxima
calidad, a los trabajadores accidentados o enfermos,
aportando grados de competitividad a las empresas
españolas, para el desarrollo económico y la creación de
empleo, a la vez que continuar ayudando al sostenimiento
de las cuentas públicas de la Seguridad Social, en una
situación tan compleja como la actual, derivada de la
problemática del Sistema de Pensiones.
El pasado ejercicio 2015, pese a las enormes dificultades
con que se han encontrado nuestros empleados, lo hemos
cerrado a nivel nacional, con unos excelentes resultados,
con unos excedentes de 323 millones de euros de los que
después de dotar las oportunas reservas, entregamos al
Sistema de la Seguridad Social 300 millones de euros. Los
ingresos totales casi han alcanzado la cifra de 3.000 millones
de euros, cifra de vértigo.
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