Este estudio, realizado desde el "Observatorio de Salud FREMAP", profundiza en los diferentes aspectos que afectan a la siniestralidad grave y mortal de los accidentes laborales de tráfico.

MADRID (21/12/2022)

Los accidentes laborales de tráfico han sido históricamente y siguen siendo, uno de los grandes retos para la prevención de riesgos laborales; no solo por la elevada incidencia de este tipo de siniestralidad, sino también por las graves consecuencias que los mismos tienen para las personas trabajadoras, para las empresas y para el sistema de seguridad social.

El accidente laboral de tráfico con resultado de muerte ocasiona el 27,74% de los fallecimientos por accidente de trabajo, constituyendo la segunda causa de ocurrencia después de los infartos y derrames cerebrales (28,5% del total).

Respecto a las incapacidades permanentes, el tráfico es la tercera causa de ocurrencia y provoca una de cada 10 incapacidades reconocidas (9,45%).

Por ello, establecer programas de prevención y promoción de la seguridad vial es un aspecto clave para reducir la siniestralidad grave y mortal de origen laboral.

El estudio elaborado por “Área de Prevención de FREMAP” presenta indicadores de interés para poder poner en práctica programas de seguridad vial por las empresas.

Atendiendo a las conclusiones del estudio se destaca:

• La incidencia es cuatro veces mayor en hombres que en mujeres.
• La importancia de incorporar los accidentes de tráfico in itinere (64,8%) en la promoción de la seguridad vial y en los planes de movilidad, en los que se deberá considerar las condiciones que determinan que el trayecto de entrada al trabajo duplica la siniestralidad del trayecto de regreso.
• La necesidad de valorar la edad, prestando especial atención a las personas de más de 49 años, en los planes de movilidad y su trascendencia en función del tipo de movilidad.
• La influencia de las condiciones sociolaborales particulares de cada sector de actividad respecto a los procesos de movilidad, en particular, además del sector de transporte, destacan: el de la construcción, la hostelería e industria.
• Incorporar aspectos temporales: desplazamientos en horario sin luz solar, día de la semana, hora del día, distribución de la jornada, mes…, como elementos esenciales en los análisis para la determinación de los planes de movilidad. · Identificar el tipo de movilidad, prestando especial atención a:
  • la utilización de motocicletas, principal medio afectado con el 37,2% de los accidentes.
  • Las bicicletas y patinetes, que siendo un medio de movilidad emergente ya suponen el 3,2% de los accidentes analizados.
  • La prevención de los atropellos que han ocasionado el 9,4% de los expedientes por accidente de tráfico seleccionado.

Desde el ámbito de la empresa se pueden desarrollar acciones encaminadas a minimizar los resultados que se muestran a lo largo del informe. Para ello, es preciso que los planes de movilidad y seguridad vial, la gestión de las flotas de vehículos, la planificación de rutas seguras y otras medidas que se identifiquen en el análisis de los riesgos viales se incorporen al plan de prevención de la misma.

Por su parte, las personas deben ser conscientes de su capacidad para poner en valor y en práctica las medidas que le sean indicadas para prevenir los accidentes laborales de tráfico. La actitud personal y la cultura respecto a nuestra forma de afrontar la movilidad son algunas de las claves para poner freno a esta situación.

El accidente laboral de tráfico es un problema con consecuencias personales y sociales, que debe tener mayor protagonismo en los planes de prevención de las empresas y la máxima atención de todos los actores implicados en la prevención de los riesgos derivados de las distintas formas de movilidad.

Accede mediante este enlace al “Estudio del accidente laboral de tráfico, mortalidad e incapacidad permanente” de FREMAP.